de esos en los que el Ebro nos llena de su niebla y lo envuelve todo con su
aspecto de campiña inglesa.
Es uno de esos días en los que apetece sentarnos a comer en esa mesa del
rinconcito de la chimenea,viendo como pasa el tiempo sin más trabajo que
disfrutar de un plato de cuchara.
Unas buenas patatas a la riojana,una copa de Rioja y una velada entre amigos o una merecida siesta en la casa rural.
Hola Monique!! Pasate por mi blog cuando puedas. Hay algo para ti!! Besos
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